en molino me estrujaron,
en un pozo me metí,
y del pozo me sacaron
a la cocina a freír.
Tengo cabeza redonda,
sin nariz, ojos ni frente,
y mi cuerpo se compone
tan sólo de blancos dientes.
Ave me llaman a veces
y es llana mi condición.
En el campo me crié,
atada con verdes lazos,
y aquel que llora por mí
me está partiendo en pedazos.
Mi picadura es dañina,
mi cuerpo insignificante,
pero el néctar que yo doy
os lo coméis al instante.
Nunca camina por tierra,
ni vuela, ni sabe nadar,
pero aún así siempre corre,
sube y baja sin parar.
Es la reina de los mares,
su dentadura es muy buena,
y por no ir nunca vacía,
siempre dicen que va llena.
si me quieres conocer,
soy señor de grandes ojos cara seria y gran saber.
Muy bonito por delante
y muy feo por detrás;
me transformo a cada instante,
pues imito a los demás.
y muy feo por detrás;
me transformo a cada instante,
pues imito a los demás.
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